Medios de comunicación

Medios de comunicación

Los medios de comunicación son la fuente principal de información sobre la salud mental para el 90% de la población, especialmente la televisión y los periódicos. Su potencial para promover la salud mental, mejorando así los niveles de educación, sensibilización y conocimiento de la población y cambiando las actitudes, es evidente.

Los medios a menudo desarrollan, de forma inconsciente y como parte de la sociedad que son, la labor contraria, perpetuando las falsas creencias y los estereotipos. Y hay que tener en cuenta que tienen una doble función como fuente de estigma: directa sobre las personas con enfermedad mental y sus familiares e indirecta al reforzar las concepciones negativas que tiene la sociedad.

Las representaciones de las personas con una enfermedad mental son negativas y se les asigna casi siempre el papel de los trastornados que son temidos, rehuidos, rechazados, causantes de vergüenza y castigados. En diarios e informativos, estas noticias suelen aparecer en la sección de sucesos, estableciendo una relación de los hechos con la patología, que se destaca en los titulares, a menudo alarmistas y sensacionalistas. Por el contrario, las informaciones positivas siguen un modelo paternalista, que destaca la minusvalía y las carencias.

En estudios realizados sobre medios de comunicación, se constata que las personas con enfermedad mental a menudo son retratadas como “maníacas”, no se puede confiar en ellas y son presentadas como criminales, delincuentes violentos, asesinos o violadores. El número de reportajes que asocian enfermedad mental a violencia es cuatro veces mayor que los que ofrecen una actitud positiva (Runte, consultar la sección de Documentos). En la representación audiovisual, en la televisión y en el cine, no suelen aparecer personajes con enfermedad mental y cuando aparecen la violencia, y en el menor de los casos la incapacidad, se muestra como inherente a su enfermedad y, por tanto, ineludible. La mayoría de los personajes con enfermedad mental no sólo son peligrosos, sino que tienen un toque de maldad que justifica la desconfianza, el fracaso final y la persecución. Muy rara vez la enfermedad mental se muestra como una característica más de la persona, que además lleva una vida caracterizada por otras circunstancias, semejantes a las del resto, como tener éxito o fracaso en el amor, en la vida profesional, etc.

Prácticas comunes que perpetúan el estigma:

  • Identificación de la persona con su enfermedad mental: “el esquizofrénico”, “la maníaco-depresiva”.
  • Confusión al tipificar las enfermedades y mezcla de información de salud mental con otros tipos de discapacidad y enfermedades.
  • Uso de ilustraciones o imágenes donde las personas con enfermedades mentales, suelen ser presentadas en actitudes pasivas, sin interacción social, transmitiendo sensación de lástima, soledad, aislamiento, etc.
  • Casi nula presencia de información directa de personas con enfermedad mental. Sólo ocasionalmente procede de asociaciones de familiares o de psiquiatras y psicólogos de hospitales.
Última modificación: lunes, 25 de enero de 2016, 12:31