Carta a un diario sobre diversas publicidades estigmatizantes

Sr. Director,

En los últimos dos años y medio, dos hijos y una hija de tres de mis amigos han muerto del mismo tipo de enfermedad que afecta a mi hijo. Dos de estas personas se suicidaron. La otra era psicótica y pensó que podría cruzar a nado un ancho canal. Hizo menos de lo mitad del recorrido.
El mayor de estos tres jóvenes tenía 30 años. Todos padecían enfermedades mentales graves. ¿Pueden imaginar cómo me siento cuando se hace burla o se trivializa sobre la enfermedad mental?
La actual campaña publicitaria de Desayunos Denny’s Grand Slam es un buen ejemplo de trivialización de la enfermedad mental grave. Cada vez que veo o escucho el anuncio, se me revuelve el estómago y me entran ganas de llorar. Diciendo “Usted debe estar mal de la chaveta” se dice, en esencia, que “Usted debe haber perdido el contacto con la realidad”. Perder el contacto con la realidad significa tener psicosis. Las personas que sufren psicosis, sufren. Y las personas que quieren a las personas que sufren psicosis también sufren.
Las actuales cajas de ‘Happy Meal’ en McDonald’s son otro ejemplo. Llevan ‘Animaníacos’, que, entiendo, es un programa de dibujos animados de Warner Bros que se emite los sábados por la mañana, protagonizado por Wakko y Yakko. Estoy seguro de que la intención de McDonald’s o Warner Bros no es que cuando mi hijo tenga otra recaída de su enfermedad, sus primas y primos se rían de él en vez de preocuparse. Ciertamente, no es su intención, pero podría ser el resultado.
Sé que se habla mucho de lo “políticamente correcto”, y sé que la gente empieza a estar cansada de ello. Yo no hablo de lo políticamente correcto. Estoy hablando de compasión y consideración hacia personas que sienten un gran dolor. Tan doloroso como la psicosis puede resultar, que he escuchado a más de una persona con enfermedad mental decir que el estigma es peor que su propia enfermedad.
Por favor, estas enfermedades pueden golpear a cualquier familia. Generalmente afectan a las personas al final de la adolescencia o con veintipocos años, justo cuando una persona está a punto de empezar a cumplir sus sueños.
Por favor, enseñen a sus hijos compasión hacia las personas con enfermedades mentales graves y únanse a mí en hacer entender a los publicistas que cualquier intento de vender productos a costa del dolor de otras personas no es gracioso.

Última modificación: martes, 23 de febrero de 2016, 10:20